domingo, 11 de diciembre de 2016

2016, entre la astronomía y la ciencia ficción (I)

Tras las puertas cerradas, el Loser ha sido durante buena parte de este año no el blog&bar donde tan gustosamente se habla de literatura, de cine, de música o de fotografía, sino casi un club de ciencia, un pequeño club de un solo socio y algún amigo con el que desahogarse, porque las noticias que iban apareciendo en los periódicos desde enero dando cuenta de asombrosos descubrimientos astronómicos despertaban en quien esto escribe una fascinación muy superior a la de cualquier novela o película.

Antes de que se cumpliera el primer mes de este extraño –en tantos sentidos- 2016,  les mencioné a un par de amigos tres de esas noticias: a mediados de enero supimos que seguía abierto el caso de la estrella KIC 8462852, a cuyo alrededor podría haber, según publicaron sin rubor, en octubre de 2015, los medios de comunicación más ortodoxos, una 'megaestructura extraterrestre'. El Telescopio Espacial Kepler había observado que esta estrella, a casi 1.500 años luz de distancia, experimentaba atenuaciones de su brillo a intervalos no regulares -es decir, no provocadas por la órbita de un planeta-, sino con parpadeaos impredecibles. Se barajaron algunas hipótesis, pero ninguna encajaba; en enero, como digo, los astrónomos concluyeron que tampoco era verosímil la explicación dada el mes anterior de que se trataba de una densa nube de cometas. La otra interpretación es desatinada, pero no totalmente descartable: ¿es posible que se trate de una civilización tan por delante de la nuestra que encajase dentro del Tipo II en la escala Kardashov, es decir, una civilización capaz de aprovechar toda la energía de su estrella? ¿Estaría ese oscurecimiento irregular provocado por una formidable matriz de colectores solares que envolvería a KIC 8462852?

 Planeta 9 Ilustración. Image Credit: Caltech/R. Hurt (IPAC-NASA)

También en enero se detectó un noveno planeta en el sistema solar, el legendario Planeta X, un mundo gigante y helado mucho más allá de la órbita de Plutón que giraría alrededor del Sol una vez cada 15.000 años, y cuya existencia se ha “deducido” a partir del comportamiento orbital de los planetas enanos descubiertos recientemente en los confines del Sistema Solar: es decir, no se ha observado directamente, se ha llegado a la conclusión de que existe estudiando las perturbaciones orbitales que provoca. Aquí cabe tener en cuenta que en los últimos años se han descubierto más de 2.000 planetas extrasolares, la mayoría gigantes gaseosos: ¿cómo es posible que se hayan descubierto esta cantidad de planetas remotos, girando alrededor de otras estrellas, antes que un planeta descomunal dentro de nuestro mismo sistema?

El tercer caso que les expuse a mis amigos fue el de la supernova más brillante de la Historia, la ASASSN-15h, doscientas veces más brillante que una supernova normal, una explosión estelar ocurrida hace 3.800 millones de años, 570.000 millones de veces más brillante que nuestro Sol y veinte veces más brillante que todas las estrellas juntas de la Vía Láctea, ¡100.00 millones de estrellas!

A mí todo esto ya me parecía alucinante, y se lo escribí así a mis amigos, añadiendo esta pregunta: ¿Qué nos deparará este 2016, si vamos por este camino?

Pues bien, apenas diez días después, el mundo supo que habían sido detectadas por primera vez  las ondas gravitacionales cuya existencia predijo Einstein hace 100 años, un acontecimiento histórico con el que una nueva era de la astronomía comenzaba: una nueva ventana para mirar –para escuchar, más bien- el Universo, ondulaciones del espacio-tiempo producidas por acontecimientos muy violentos ocurridos en algún lugar del Cosmos, vibraciones miles de veces inferiores al diámetro de un cabello humano que permitirán estudiar objetos hasta ahora invisibles, pues dotan a la humanidad de un nuevo sentido para explorar ese Universo del que solo conocemos un 5%.

Recreación de dos agujeros negros a punto de fusionarse,
origen de las ondas gravitacionales detectadas

Esa nueva astronomía gravitacional aún tardará en desarrollarse. Mientras, la astronomía moderna, la que inauguró hace 400 años Galileo al apuntar hacia el cielo con un primitivo telescopio y hoy dispone de telescopios espaciales y de sofisticados radiotelescopios, nos ha permitido descubrir este año un pequeño asteroide, una “segunda luna”, le han llamado, que lleva casi un siglo girando alrededor de la Tierra, de entre 40 y 100 metros de diámetro, que seguirá  siendo compañero de la Tierra muchos siglos más pero “nunca se alejará más de cien veces la distancia de nuestra Luna y nunca se acercará a menos de 38 veces esa distancia”, han dicho. Otro asteroide, de 25 a 55 metros de diámetro, pasó rozando la Tierra –a menos de la cuarta parte de la distancia a la Luna- el 28 de agosto, tan sólo un día después de ser detectado...


5 comentarios:

El Doctor dijo...

Siempre interesante estos temas, amigo Juan. Gracias a la ciencia ficción llegué a interesarme por la astronomía, la astrofísica y la cosmología. ¡Cómo no! Las distancias, el espacio, el tiempo, la velocidad de la luz, otros posibles mundos, los viajes a través del tiempo (helado me quedé cuando Albert Eisntein dijo que eran posibles). Los agujeros negros como posibles puertas a otros universos. Incluso llegué a comprar un telescopio con montura ecuatorial. Los misterios de nuestro sistema solar: Júpiter, el gigante gaseoso es demasiado grande para ser un planeta, es decir, que estaba destinado a ser otro sol. La mayoría de los sistemas solares son vinarios. ¿Qué produjo el atentado de no convertirse en sol? Si lo hubiera sido nosotros no estaríamos aquí. Luego el planeta Faetón, ahora convertido en el cinturón de asteroides. ¡Qué clase de fuerza pudo destruir un planeta de semejante manera? La Luna, demasiado grande para ser un satélite y aquí la tenemos. Sin ella todo sería imposible. ¿Quedó atrapada por la gravedad de la Tierra por puro azar? La Luna fue un planetoide errante, pero... Ay, amigo mío, creo que vamos a disfrutar mucho con tus textos. Los grades escritores de ciencia ficción fueron más importantes que los mismísimos científicos. "Es más importante la imaginación que el conocimiento", dijo de nuevo Eisntein, que por cierto, cuando se estaba volviendo loco emborronando ecuaciones en una pizarra tratando de dar con E=mc2 le faltaba por descubrir una dimensión que todavía no sabía cuál era hasta que leyó La máquina del tiempo, de H.G.Wells.

Un fuerte abrazo, amigo mío.

Juan Herrezuelo dijo...

MELMOTH: querido amigo, también a mí todo esto me fascina, y a día de hoy creo que las informaciones que aparecen en los medios son aún más alucinantes que la más alucinante novela de ciencia-ficción. ¡Qué no habrían dado Lem o tu querido Bradbury por seguir la información de astrofísica hoy! Y eso que eran gente visionaria, que se adelantaban a los propios científicos, como dices. La información es tan rápida que hoy requiere actualización lo que escribí: según los astrónomos (hoy sale en prensa), ASAAAN-15h no sería la supernova más brillante jamás vista, sino un evento más extremo y excepcional, un “cataclismo cósmico”: un agujero negro supermasivo en veloz rotación devorando a una estrella que pasó demasiado cerca. Uau.

Un abrazo estelar.

El Doctor dijo...

Es, por otra parte, para volverse loco, amigo mío. Una de las cosas que más me fascinan de la cosmología es el estudio sobre su principio y su final, además de la pregunta sin respuesta: ¿es el universo abierto o cerrado? ¿Se volverá a comprimir de nuevo para volver a explotar en otro big bang? o acaso ¿se expandirá hasta desaparecer? ¿Todo esto ha sucedido solo una vez? o ¿infinidad de veces? El premio Nobel de Física Brian Schmidt tiene una teoría bastante espeluznante. Si te interesa aquí te dejo un enlace la mar de interesante que conecta con las teorías del mismísimo Lovecraft sobre el vacío cósmico.

http://www.abc.es/ciencia/20130424/abci-brian-schmidt-201304232203.html

Otro abrazo y seguimos en contacto.

Juan Herrezuelo dijo...

MELMOTH: el ABC tiene una sección de ciencia muy buena, muy atrevida, muy poco "conservadora". José Manuel Nieves es muy bueno. Esta noticia no la recuerdo, porque tiene ya tres años, pero sin duda sí que es excitante. Es que si te pones a pensar en los multiversos, en la teoría de cuerdas, en el puñetero CERN, que nadie sabe con exactitud lo que hacen allí, ellos dicen que buscar el origen del Universo, pero no ocultan que en el camino puedan encontrar un pequeño agujero negro u otras dimensiones... (http://www.abc.es/ciencia/abci-eckhard-elsen-fisica-conocemos-esta-agotada-tiene-haber-algo-mas-201611182004_noticia.html)... Lovecraft puro. C. Clarke puro. ¿Leíste el Universo holográfico, de Michael Talbot? Uf. Cómo me gustaría saber escribir ciencia ficción...

El Doctor dijo...

Sí, lo he leído amigo. Ahora me voy a leer tu otro texto y seguimos departiendo.

Un abrazo