martes, 10 de abril de 2012

El terrario prodigioso


 
Blue Marble 2012, NASA/NOAA/GSFC/Suomi NPP/VIIRS/Norman Kuring

«Porque lo cierto es que, hasta donde se sabe, en todo el Universo no hay más vida que la que nace, se desarrolla y se extingue en este planeta (y no digamos ya eso que pomposamente hemos venido llamando “vida inteligente”). Lo demás es pura conjetura, suposiciones racionales o fantásticas, deseos o temores o mera curiosidad. Sólo en esta esfera azul que gira en la inmensidad del Cosmos, tan sobrecogedoramente hermosa y vulnerable vista en la distancia, se da ese prodigio exquisito: la vida. Hasta donde se sabe, repito. Y no únicamente la vida, así, sin más, sino una variedad casi ilimitada de formas de vida. Qué maravilloso juguete para un dios, qué entretenimiento el de asistir durante miles de millones de años a los cambios que ha experimentado la Tierra, qué terrario para albergar infinidad de especies, que invernáculo floral, si se quiere, y qué cosa tan verdaderamente extraordinaria el hecho de que la existencia de todo cuanto aquí vive esté relacionada, sutil o explícitamente, entre sí. Todo está dispuesto para que así se sea.

»Tenemos un habitáculo de más de quinientos millones de kilómetros cuadrados de superficie esférica (valga la paradoja), que dispone de su propio sistema de calefacción, y su funcionamiento, su digamos mecanismo, casi puede verse: Tenemos los famosos gases invernadero de la atmósfera: ni más ni menos que como las paredes y el techo acristalados de un invernadero. Si hay un exceso, como ocurre en la actualidad, el calor del Sol que la Tierra refleja queda retenido, aumenta la temperatura, se funde el hielo de los Polos, la Corriente del Golfo puede detenerse y cambiar bruscamente el clima. Frío de nuevo, el hielo se apodera de una parte considerable del mundo y esto hace que cada vez se escape más calor porque cada vez es mayor la superficie helada y blanca que la refleja: los gases de efecto invernadero se han reducido, no están allí para retener parte del calor que irradia la tierra, no están allí en la cantidad adecuada, no están allí para cobijar el planeta.

»Ocurre que en el hielo no crece vegetación, no hay plantas que puedan absorber CO2, de manera que éste aumenta de nuevo; y como el calor no ha desaparecido del todo, sino que se conserva en el hemisferio sur, esa especie de gran correa de distribución que mantiene el clima del hemisferio norte en un estado óptimo, llamada Corriente del Golfo, se vuelve a poner en funcionamiento: la superficie del Atlántico transporta calor hacia arriba, el calor del ecuador, y sus profundidades arrastran frío hacia abajo, porque las aguas frías son más pesadas y los hielos del ártico han enfriado la que asciende, y en algún punto del gélido Atlántico Norte enormes cantidades de agua se hunden generando una increíble fuerza motriz que mantiene todo el circuito en movimiento: una verdadera cinta transportadora. La calefacción vuelve a funcionar. ¡Qué extraordinario ingenio! Y no es más una pequeña parte del invento. Están los tres ciclos de las variaciones orbitales; están los mínimos y máximos solares, que tienen también su ciclo fijo, perfectamente medido; están las derivas continentales. En ese terrario extraordinario, las condiciones físicas y químicas se transforman por sí solas. Está vivo. Apenas hay que hacer otra cosa que sentarse y observar, durante miles de millones de años.

»Y la existencia del hombre es un parpadeo. Alguien se entretuvo en comprimir la historia del universo en un año. Si el 1 de enero ocurrió el Big-bang, la Tierra no se formó hasta mediados de septiembre. Ahí empiezan las eras y los períodos geológicos, miles de millones de años para que el 28 de diciembre, Día de los Inocentes, se extingan los dinosaurios; a las diez y media de la noche del 31 de diciembre un homínido se pone en pie, y cuando faltan ocho segundos para el año nuevo, los egipcios levantan las pirámides, y en el último segundo caben el Renacimiento, el descubrimiento europeo de América o la revolución industrial. Si divides los 4.500 millones de años que tiene la Tierra entre los 150.000 años que ha vivido el homo sapiens tendrás 30.000 segmentos de los cuales sólo uno nos pertenece. Uno entre treinta mil: ésa es la fracción de existencia que nos corresponde como especie.

»El hombre, capaz de lo más sublime y de lo más monstruoso. También el desarrollo de las artes, de la poesía, de la filosofía es fruto de la propia evolución de la vida en ese terrario, en ese juguete de un dios cuya atención sin duda se habrá quedado cientos de veces suspendida en el aire prodigioso de Las Meninas o se habrá estremecido con la voz de Montserrat Caballé cantando un aria de El Corsario, de Verdi, esa voz increíble extendiéndose sobre valles y ríos y bosques, aleteando delicadísima entre las nubes, navegando en las cuerdas de un arpa que es como lluvia en el cristal del invernadero, elevándose en las cordilleras, herida en los desiertos, abierta a la extensión de los mares, como un eco de lo que ese dios hubiera deseado que fuera la vida...»

Y el tipo emite un suspiro, guarda un breve silencio, apura la copa y paga.

14 comentarios:

Miguel Cobo dijo...

Y el tipo se va tarareando la canción de Fontana:

"Gira, il mondo gira
nello spazio senza fine
con gli amori appena nati
con gli amori già finiti
con la gioia e col dolore
della gente come me.

Mondo,
soltanto adesso, io ti guardo
nel tuo silenzio io mi perdo
e sono niente accanto a te..."

Bellísimo. Tipos así solo los encuentras en sitios como este.

Un abrazo, Juan

abril en paris dijo...

Esa letra que aqui te deja el amigo Miguel Cobo me parece una buena banda sonora para éste texto tuyo tan incisivo, tan inteligente..
Nos quedamos en ser una brizna, una leve brisa sobre ese oceáno..nuestro terrario ni siquiera es nuestro, estamos de paso.
Todo es pura ilusión en ese breve espacio que es nuestra vida.

Un beso, poeta.(sonrio)

V dijo...

Ya sabes lo que decía Carl Sagan. "Si no hay más vida en todo el universo conocido y en el que aun no conocemos ¿cuanto espacio desaprovechado, no?.
Una ameba. Seres infinitesimales que no obstante albergamos cada uno un universo propio, complejo, contradictorio, vital.
Excelente texto que invita a reconsiderar muchas cosas. Esas que muchas veces olvidamos. Aunque sea frente a la barra de un bar,por que no...

Juan Herrezuelo dijo...

MIGUEL COBO: Quienes gustamos de hacer nuestros gorgoritos en el coche o la ducha tenemos en nuestro repertorio, cómo no, ese E-e-el muuuundo, no se ha parado ni un momento, su noche ha muerto y llega el día, y ese día ve-endrás (en italiano no nos atrevemos). Una bellísima canción para un mundo que gira mientras nosotros envejecemos… Un abrazo.

Juan Herrezuelo dijo...

ABRIL: La vida es un soplo, la historia de la humanidad un soplido algo prolongado: nada, un chasquido de dedos. Deberíamos mirar esa canica azul un par de minutos al día, para recordarnos lo pequeños que somos. Un beso.

Juan Herrezuelo dijo...

V: Es en “Los dragones del Edén”, de Sagan, donde encontré hace tiempo ese “calendario cósmico” que mide en un año la edad del Universo. Tengo pendiente la lectura de “Contacto”: la película, que tardé muchos años en ver, me emocionó, con la navaja de Occam y todo lo demás. Desde entonces la veo al menos una vez al año. Un saludo.

José Luis Martínez Clares dijo...

El calendario cósmico me desmuestra lo insignificante que soy. "No somos nada" es un pensamiento muy adecuado para disfrutarlo en una barra y vivir la soledad mientras la rutina circula a nuestro alrededor, entre las mesas. Abrazos

Beatriz dijo...

"Si alguien está en desacuerdo contigo, déjalo vivir. No encontrarás a nadie en cien mil millones de galaxias".

Esta frase de Sagan, sintetiza la inmensidad del universo y la brevedad de la vida. Un chasquido de dedos como tú bien dices.¡ Y sin embargo que desproporcionada es la prepotencia del ser humano!

Enhorabuena,¡ qué a gusto me siento en tu Loser, un lugar donde nunca llego a aburrirse, un rincón siempre pleno de párticulas de sabiduría.

Un beso amigo

El Doctor dijo...

Este planeta vuela por el espacio a 30 kilómetros por segundo y a esa misma velocidad van cabalgando juntos los sabios y los idiotas. Las grandes catástrofes son desternillantes como bien demostró Voltaire.Después vino Paul Eduard para decir que "hay otros mundos, pero están en este".Razón no le falta.Como amante de la astronomía,siempre he creído que no existe vida en otros planetas.Creo que en el nuestro se produjo un accidente,porque la verdad,nada de todo esto tiene sentido.La cadena evolutiva es una carnicería y si todavía seguimos aquí es porque la civilización se divide en dos partes:los tontos que no se cuestionan nada y los que se protegen con su imaginación,pero hasta esto tiene su límite o su final.Dice uno de los escritores más brillantes del siglo veinte J.G.Ballard: "Voy a sumar todos mis temores acerca del futuro en una palabra:aburrido".
Ya ves lo que me hace pensar este excelente texto que hoy nos regalas,amigo.

Un fuerte abrazo.

Raúl dijo...

Ese suspiro, ese instante silencioso antes de pagar sin despedirse,... Qué desconsiderado el cliente. Por dios.
Sonrío.

Marisa dijo...

Conocía ese "calendario terráqueo", muy adecuado para ser conscientes de lo insignificantes que somos frente a un universo posiblemente infinito (increíbles imágenes las del telescopio Hubble si puedes verlas).
Todo es valorado o denostado en función con lo que se le compare, admitámoslo. El hombre debiera jugar con ello para su beneficio, para que su termómetro marcase más humildad -si se compara con lo que hay detrás de nuestra atmósfera, y más autoestima si mira el granito de arena dejado en la tierra de la Tierra, amén.
El problema es que, cuanto más gerifalte se es, más necesidad hay de mirarse al ombligo en lugar de hacerlo a ese firmamento.

Excelente tu artículo, Juan, tanto por su carácter científico como por su carácter filosófico.
Un placer leerte.

Un fuerte abrazo.

Rochies dijo...

nadie que ha partido ha regresado para contarlo. O quizá sí, y seamos nosotros los mismos que ya hemos desencarnado una y mil veces, pero lo hemos olvidado.
la falta de certitud nos zambulle a algunos en la búsqueda incesante, y aún alcanzando la verdad, la continuamos buscando, o a filosofar entre copas, para en definitiva continuar, poblándonos de pretextos para transformar en vida la estancia...

Prudencio Hernández Jr. dijo...

Hola..
Te leo por primera vez..y has escrito algo que siempre me rondó y nunca pude escribir por falta de discernimiento..o capacidad..o como se llame..esa realidad tan irreal que nos rodea..Los has hecho fabuloso..y describes "esto"..con naturalidad..seguramente tu mano fue guiada por un dios..y bla bla...noooooo esto es pura imaginería mía.
Siempre me gustó una frase célebre de Nabokov : "Nuestra existencia no es más que un cortocircuito de luz entre dos eternidades de oscuridad"..creo que tu escrito le da la razón y la justifica.
Feliz cortocircuito

Juan Herrezuelo dijo...

Gracias a todos por vuestros comentarios, siempre enriquecedores. Y gracias a PRUDENCIO HERNANDEZ por su visita.