miércoles, 13 de febrero de 2013

Cuestionario en la distancia corta




El escritor Miguel Sanfeliu ha puesto en marcha un estimulante proyecto literario en su bitácora Cierta distancia, ese espacio de referencia en el que viene dejando constancia de su amor por los libros nada menos que desde el año 2006. Inspirándose en un trabajo realizado por el periódico parisino Libération a mediados de los ochenta, que a su vez estaba inspirado en otro de la revista Littérature, de Breton y Aragon, recogido en el número de noviembre de 1919, medios ambos que, cada uno en su tiempo, plantearon la pregunta ¿Por qué escribe usted? a varios cientos de escritores de los cinco continentes, Sanfeliu ha confeccionado el que muy bien podría ser ese cuestionario básico al que, de una forma u otra, todo autor ha tenido que enfrentarse alguna vez; siete preguntas que, comenzando por ésa precisamente, Por qué escribes, buscan conocer igualmente detalles del proceso creativo, escritores de cabecera o temas predilectos. Los franceses quisieron elaborar un mapa de las motivaciones que impulsan a alguien a escribir, y desde su declarada fascinación por aquel proyecto de Littérature, a Miguel Sanfeliu (quien ya confesó hace tiempo, por cierto, que “uno escribe porque no sabe vivir de otra manera”) le gustaría saber si es posible aportar hoy algún nuevo matiz a ese mapa.

Abro aquí un pasadizo hacia la que ha sido mi modesta contribución a su proyecto e invito a todos cuantos por aquí pasen a recorrer esa Cierta distancia.


Imagen: El escritor E. N. Chirikov en su mesa de trabajo, por Iván Kulikov (1904)

17 comentarios:

José Luis Piquero dijo...

Si buscas una alternativa a fumar, yo la he encontrado: el cigarrillo electrónico. Cien por cien sano. Pero no uno de esos con forma de cigarrillo que venden en las farmacias y que no sirven para nada. Yo llevo año y dos meses sin fumar y echando humo como una locomotora y escribiendo (nunca había pensado que podría escribir sin fumar).
Buenas respuestas. Un abrazo.

Juan Herrezuelo dijo...

JOSÉ LUIS PIQUERO: Mi experiencia como reiterado exfumador me dice que cualquier intento de apartar mi mente del hábito reproduciendo el gesto de llevarme algo a los labios y aspirar acaba conduciéndome inevitablemente al tabaco de nuevo. Tampoco yo creía posible escribir sin fumar, pero, aunque más trabajosamente, voy avanzando. Un abrazo.

Emilio Calvo de Mora dijo...

La leo. Me gusta mucho esa distancia corta que se produce entre los que escribimos. Es como hablar con otro alien. Como ver qué tenemos compartido, si procedemos del mismo anillo sideral o es una coincidencia cósmica lo nuestro. En fin... Leo, ahora mismo. Te cuento después

abril en paris dijo...

Y cómo te agradecemos ésta proximidad que nos permites, Juan.
Resulta más facil sentirse conmovido imaginándote en ese lugar donde trabajas.

¡Gracias Juan!

P.d. Precioso cuadro el que nos ilustra y recibe.

Miguel Cobo dijo...

Estos pasadizos no son túneles oscuros ni galerías subterráneas, sino aceleradores de partículas inetéreas que nos conducen, a golpe de clic, a espacios luminosos, donde el esplendor del conocimiento alumbra respuestas sabias a preguntas inteligentes. Y el lector disfruta.

Quedamos expectantes a la espera de esa nueva novela y de los cuentos que la escoltan.

Un abrazo, Juan.

El Doctor dijo...

Antes de leer el cuestionario ya me había hecho una idea de todo lo que dices. No sé cómo expresarlo, amigo Juan, pero es más bien una intuición de lector compulsivo de toda la vida. El veneno de la fatiga, tus relatos, tus posts, tus comentarios, el detalle del envío de uno de tus libros de relatos acompañado de una carta escrita a mano, la similitud de gustos: cine, autores, bebidas, cigarrillos. En resumidas cuentas, que te has convertido para mí en uno de esos escritores que ya no dejas para el resto de tu vida.

Un fuerte abrazo.

Juan Herrezuelo dijo...

EMILIO CALVO DE MORA: Acaso quienes tenemos inoculado este veneno de las letras más que de aliens formemos una comunidad de replicantes: al fin y al cabo escribir (honestamente) en España (y posiblemente en todo el mundo) es llorar lágrimas en la lluvia.

Juan Herrezuelo dijo...

ABRIL: En ese cuadro, de un pintor y un escritor a quienes no conozco, se representa creo que con mucha fidelidad esa tensión que supone crear un texto literario: los dedos de la mano izquierda crispados en la frente, los de la derecha relajados sosteniendo la pluma, esperando, concentración en el papel y la proximidad de un portarretratos, esa otra inspiración...

Juan Herrezuelo dijo...

MIGUEL COBO: Hace unos minutos que he llegado al final del “2001” de Kubrick (tarde de gripe, sofá y peli), y tengo aún en la retina ese túnel de infinitos colores y formas… Estos pasadizos que propongo suponen una tele transportación a la velocidad de un clic, sí. Y la novela a la que me refiero al otro lado tiene una larga larga historia. No es por casualidad que este blog-bar (el felicísimo término es tuyo) de llame Loser. Abrazos.

Juan Herrezuelo dijo...

FRANCISCO MACHUCA: Más allá de darte muy afectuosamente las gracias por tus palabras, no puedo decirte sino que tuve una intensa sensación de cercanía, de complicidad desde mi primera visita a tu Tiempo Ganado: te lo he dicho muchas veces. Creo que desde el principio reconocimos el uno en el otro una relación muy similar con la literatura, que entre otras cosas comporta una completa ausencia de motivaciones mercantiles. Para quien necesita (ne-ce-si-ta) contar historias, resulta terrible sentirse amordazado por los intermediarios, por los cambistas, por los mercaderes que te impiden llegar con tu relato a sus destinatarios… En realidad, hay una razón del porqué escribo que da pudor confesar: la dio Samuel Beckett: “no sé hacer otra cosa”.
Un fuerte abrazo.

Rossina dijo...

estoy concurriendo a un curso Contarla para vivir: escritura autobiográfica. Le confieso que no con las expectativas que tenía. Pero pensé "los franceses" tan genuinos desde mi parecer lo vienen haciendo desde siempre: Houellebecqu, La misma Simone. ¿Cómo descubrir si fue autobiográfico o no? Pregunta hecha desde el auditorio.
Un fuerte abrazo

V dijo...

Veo alloser prisionero de esa maravillosa sensación que picotea y se desea,pero que en última instancia solo se resuelve con el propio acto de escribir, emborronar, tachar, corregir, apurar. Excelente acercamiento al hecho literario, repleto de sutilezas.Un abrazo

Juan Herrezuelo dijo...

“Contarla para vivir” parece hacer más referencia al hecho alimenticio que al literario. No sé. Prefiero el más común, usado por García Márquez, del vivir para contarlo/a, que plantea la idea de un autor sobreviviendo a ese accidente tan maravilloso que es vivir. Por lo demás, es evidente que el primer material con que cuenta un escritor para darle forma a una una ficción es la experiencia propia. Abrazos.

Juan Herrezuelo dijo...

Escribir es indagar en lo que se desea contar, descender a los sótanos de tu propia historia con una palmatoria y una vela encendida para buscar los fusibles que iluminen la casa entera. Hay miedo, curiosidad, excitación, adrenalina, la inquietante sensación de que no estás tan solo como creías, de que hay otras presencias ahí en lo oscuro. Un abrazo

Miguel Sanfeliu dijo...

Un proyecto que vale lo que valen los escritores que han accedido a intervenir. Muchas gracias por tu participación y por esta entrada. Espero que esos libros que tienes entre manos vean pronto la luz. Un fuerte abrazo.

Belkys Pulido dijo...

Juan nunca he leído mucho sobre los hábitos de los escritores. Es que la escritura es tan personal, tan maníaca, que cada quien cuelga intimidades distintas en su tendedera. Sí me he preguntado cómo consiguen hacerlo aquellas mujeres, como yo, con hijos pequeños y demandas alrededor. ¿Por qué necesito el espacio limpio para arrancar? Cierto orden alrededor que con las horas, se pierde y "ya no me importa". Como Emilio creo que hay cierta comunidad en quienes han desarrollado el hábito de leer o el oficio de escribir, una complicidad tácita, quizás. Sólo no soporto el humo de un cigarro, ni por conseguir el relato ideal lo compartiría. Pero yo no soy una Escritora todavía; así que deberé encomendarme a ese trago en la tarde. Siempre un placer leerte.

Clarice Baricco dijo...



Fue un gusto saber más de ti en esta valiosa entrevista.
Abrazos.