martes, 2 de septiembre de 2014

"Una cena taurina con acento francés"

El presidente del Club Taurino de París, Jean-Pierre Hedoin,
y su mujer, Marie Luce, en la plaza de toros de Almería.
  Foto: JFH

Jean-Pierre Hedoin, presidente del Club Taurino de París, no es esa clase de aficionado a los toros que viaja de ciudad en ciudad y de plaza en plaza siguiendo a un único matador. De hecho, cuando se refiere a la figura del “partidario” –el que se hace de un torero como quien se hace de un equipo de fútbol- tuerce algo la boca y frunce escéptico el ceño, como fingiendo por prudencia no tener nada claro que tal actitud sea positiva. Al igual que otros taurófilos franceses a quienes he tenido ocasión de conocer, Jean-Pierre está más cerca de aquella máxima de Rafael Ortega según la cual el mejor aficionado es aquel a quien más toreros le caben en la cabeza. A él le caben infinidad no ya de toreros, sino de fechas, de plazas, de faenas, de detalles imborrables. Él y su mujer, Marie Luce, llegaron a la Feria de Almería desde la de Bilbao, deseosos de reencontrarse con un público al que consideran particularmente predispuesto al triunfo de los toreros. En eso coinciden con otro ilustre aficionado galo, el filósofo Francis Wolf: les digo que en esta misma casa en la que nos han invitado a cenar, la muy taurina casa de los Córdoba, en la plaza Balneario San Miguel, charlé largo y tendido con Wolf hace ya trece años. Les sorprende y agrada saberlo: naturalmente, lo conocen, son amigos, les une esta bendita pasión.

Jean-Pierre y Marie Luce no son los únicos aficionados extranjeros que visitaron Almería durante la pasada feria taurina. Confundidos discretamente entre los espectadores que este año acudieron al coso de la Avenida de Vilches, han disfrutado también de los toros y del ambiente Lore Monnig, presidenta del Club Taurino de la Ciudad de Nueva York, Muriel Feiner, escritora y fotógrafa neoyorkina afincada en Madrid, presidenta, a su vez, del Club Internacional Taurino, y Paolo Mosole, presidente del Club Taurino Italiano. Creo que es realmente digo de tener en cuenta el hecho de que Almería haya entrado en el circuito de las ferias taurinas que despiertan el interés de los mejores aficionados internacionales. En mi caso, eso sí, lamento que Monnig no pudiera asistir finalmente a la cena del 28 de agosto en casa de los Córdoba, como estaba previsto: lo de las tres nacionalidades reunidas me había permitido ya reflexionar acerca de ese rito geométricamente perfecto alrededor del número tres que son los toros, según leí en un libro del pintor Javier de Juan: tres toreros, tres subalternos de a pie en cada cuadrilla, los tres tercios de la lidia, tres terrenos delimitados por los tres círculos concéntricos formados en el ruedo, tres pares de banderillas, tres puyazos (antes, claro), tres avisos. […]

Leer completo en La Voz de Almería (02/09/2014)



Plaza de Toros de l'Exposition. París. 1889

2 comentarios:

P MPilaR dijo...

['Loser c'est moi aussi!']

Y concluir con el rigor de haber presenciado tan solo una fiesta taurina en toda mi vida, que
*deambulen a cara descubierta los aficionados estos, tan dignos, a quienes más artistas diletantes comediógrafos ambivalentes músicos poetas otros diversos enredos... caben en sus cabezas*.
Ojalá fueran multitud!

Un abrazo, Juan

Raúl dijo...

Deja que simplifique con un ¡Olé!