lunes, 16 de mayo de 2011

El Loser, sus habituales


Al Loser arriba con frecuencia un tipo que hace un par de años pretendió crear su propia bitácora en la red. Llegó a escribir el borrador de una primera entrada, pero le salió demasiado amarga y alguien le aconsejó que esperase tiempos mejores. A juzgar por sus costumbres, esos tiempos le siguen siendo esquivos: o no se ha hecho merecedor de ellos o le han sido negados por la fortuna. Llega como a la deriva, fondea su melancolía en un extremo de la barra y apenas ha tomado un par de copas entona a media voz aquella primera entrada que no fue:
-Este diario -o bitácora, ya se verá- es una voz entre las ruinas de un sueño. Como tales ruinas, hay en sus calles un aire de fantasmagoría al sol, las ventanas están abiertas a interiores sin techo y toda casa es un corral abandonado donde reverbera el chillido de los pájaros, la vegetación va ejecutando su victoria lenta entre las grietas, todo parece suspendido en un tiempo fuera del tiempo, en un extravío de la memoria, en un laberinto de esquinas donde a veces queda atrapado el viento, y eso es esta voz.
Luego calla, y el barman observa cómo casi va arboreciendo en su silencio y su quietud, y no le sirve la última copa hasta que repentinamente el tipo aquél deshace la sugestión de corteza y fronda para desplazar unos centímetros el vaso.



Fotografía: JFH

12 comentarios:

Myra dijo...

Hola, Juan. Pues a mí me ha gustado ese borrador. Todos nos hemos sentido alguna vez en nuestra vida entre las ruinas de un sueño y a veces, estando en medio de esas ruinas, es cuando sale nuestro yo más aunténtico.
He ido a conocer ese Loser y me gusta lo que he encontrado así que, con tu permiso, me pido una copa y me voy a la mesita del rincón.

Un saludo

Miguel Cobo dijo...

Hay lugares donde las palabras tienen un peso específico diferente. Lo mismo levitan ingrávidas, como en un sueño, que cambian de estado y pasan de sólido a gas sin pasar por líquido: la sublimación. Entonces se crea una atmósfera especial, cargada, con escasez de oxígeno, para que una voz negra se adhiera mejor a su alma asmática, para que Charlie Parker convierta el humo en metal sonoro.

Creo que Loser es uno de esos lugares. Acabo de recorrer alguno de sus pasadizos y me quedo. Quiero ser uno de su habituales. Con su permiso, Juan

Beatriz dijo...

A ese tipo que llega al Loser y que con esa melancolía nos regala(tímidamente) la primera entrada en su Bitácora, hazle un sitio en el mejor lugar, no le cobres nunca la copa y deja que el silencio lo acompañe en su creación.
Y que nos lleguen sus palabras
Yo le auguro buenísimos resultados-

Marcos Callau dijo...

"Una voz entre las ruinas de un sueño" Es precioso, Juan. Así debe sonar, sin lugar a dudas. Un abrazo.

Marisa dijo...

"Todo parece suspendido en un tiempo fuera del tiempo, en un extravío de la memoria, en un laberinto de esquinas donde a veces queda atrapado el viento, y eso es esta voz".

Alguien que tiene este tono de voz tan melódica y lírica merece ocupar un lugar privilegiado en el Loser. Realmente una sinfonía atemporal entre las ruinas del sueño.
Precioso, Juan.

Un abrazo.

Juan Herrezuelo dijo...

Qué bienvenidas son siempre vuestras palabras a este nuevo viejo-local:

Las tuyas, MYRA, desde esa mesita donde el barman coloca para ti el cartel de reservado y una vela encendida.

Las tuyas, MIGUEL, habitual desde ya y atento, como yo, al milagro de un saxo tenor único que haga caracolear los humos nunca prohibidos.

Las tuyas, BEATRIZ, a quien el melancólico habitual (ese arborizado “barfly”) deberá siempre ese silencio que has pedido para él.

Las tuyas, MARCOS, que saben de losers porque no en vano los has conocido en la voz de la mejor Voz..

Las tuyas, MARISA, tan Holly Golightly, tan auténtica, tan sabia en melodías y lirismo y ríos de luna.

Gracias miles a todos.

Natinat dijo...

Hola Juan, de verdad me transmites terror y ganas de llorar por ese ya querido loser, es un relato muy macizo evocado con los bloques de un arraigado deseo de arder en vitalidad, pero sin poder pasar su primera hilera de arboles de incomprendida amargura, perdido entre los escombros se quedo vegetando en el espacio abandonado que ahora solo es una reliquia fantasmal...
Muy buen relato enmarcado en una preciosa narración

Besos de Naty

abril en paris dijo...

¿ Y qué es acaso ésto más que un lugar atrapado en el tiempo, en algún universo donde seres extraños nos encontramos para dejar de serlo abriendo nuestras almas para compartir soledades y emociones..sean del color que sean ?

Si me permites, tomaré una copa cerca de tí ..de vosotros.:-)

Juan Herrezuelo dijo...

NATY: Hay a veces esa primera hilera de amargura que no nos deja ver el bosque de la esperanza, hay escombros que no nos dejan ya soñar con el edificio que siempre puede volver a ser levantado. Un beso.

ABRIL: Te cambiaré tu comentario a mi entrada anterior, que el desventurado viernes 13 bloguero se me llevó por los aires, por un cóctel que publicaré cuando empiecen los calores. Cada una de tus palabras, aquí y en tu apartamento parisino, me son muy queridas. Me gusta mucho tu idea de habitar un espacio atrapado en el tiempo, un espacio para compartir. Un beso.

El Doctor dijo...

Siempre he dicho que en todo gran escritor hay un deseo oculto de poesía y lírica,dos conceptos imprescindibles para llegar al meollo de nuestros sentimientos,de nuestras observaciones más fugaces que no son otra cosa que lo eterno.Es lo que veo en este espacio;un espacio que se ha convertido para mí en imprescindible.
Un abrazo,amigo.

Juan Herrezuelo dijo...

FRANCISCO: Gracias, amigo. Tu Tiempo ganado ha sido para mí un descubrimiento de un enorme valor. Hoy Paco y yo te echaremos de menos aquí, en la presentación de su libro, aunque sé que él tendrá un recuerdo para ti. Un abrazo

Francisco Ortiz dijo...

Hay bebedores que deben decirles tanto a los barmans con sus silencios y sus poses...